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Dejar y Unirse

May 9, 2019

Suegra

Estimados Sres. Pearl:

He batallado para tener una relación con mi suegra desde que la conocí. Tiende a ser manipuladora, cruel y crítica. En muchas ocasiones, me ha dicho lo que no soy lo qué debería ser, que no merezco a su hijo y que no soy una buena esposa. También le dice a mi esposo lo mismo con la intención de ponerlo en mi contra.

Mi esposo es un hombre fuerte y no le tolera eso, pero él lo ve como que es mi deber entablar y mantener una amistado con ella sin importar cómo me trate.

Siento que si ella quiere tener una amistad verdadera, ella debería hacer el esfuerzo de tratarme amablemente.

Quiero respetar a mi esposo y poderle mostrar amor y compasión a su madre, pero no quiero que ella me ultraje.

Es difícil creer que mi suegra sea lo único que causa tristeza en ni matrimonio. ¿Cuál es su opinión?

Michael responde:

¿Cuál es mi opinión? Estoy pensando: “¡Qué cobarde!” Nadie debería ser ultrajado, pero algunas personas simplemente se lo buscan.

Estás pidiendo que te traten con desprecio porque no mantienes la cabeza alta con dignidad.

Te acobardas y le pides a tu esposo que te defienda. Si lo hace, ella simplemente te  despreciará más por tu debilidad patética.

Mientras leía tu comentario, estaba pensando que una mujer que trata a otro ser humano con desprecio podría hacerlo solamente  por tener un corazón oscuro y turbado.

Mi consejo es que determines hacerle frente a su lengua y apagues el fuego amablemente con rechazo cariñoso e indiferencia a su feo comportamiento.

Trátala como a una niña indisciplinada que necesita una mano firme —  firme pero no dura.

Ella debe sentir su pequeñez a la sobra de tu fuerza.

Sería muy apropiado decirle calmadamente: “Usted tiene problemas personales que tiene que arreglar y le voy a agradecer que no venga a mi casa con espíritu crítico”.

Dile: “Soy una gran esposa y su hijo tiene suerte al tenerme”.

Cuando ella diga que no eres lo que deberías ser, dile: “Tal vez no, pero yo no tengo espíritu crítico como usted y Dios me está ayudando a ser mejor. Oremos y pidámosle que le ayude a no ser tan criticona y mezquina”.

Recuerda orar por ella a diario. Pídele a Dios que la doblegue y pídele que te dé valor para no sentirte ofendida por su pequeñez.

Cuando puedas sonreír con lástima a sus críticas, ella perderá su poder y sus palabras ya no te importarán. Solo entonces podrás ministrar a sus necesidades.

He escrito todo un capítulo sobre este tema en mi nuevo libro Creado para necesitar una ayuda idónea. Tu esposo necesita leerlo.

Dejar y unirse

Estimados Mike y Debi:

El amor de mi vida y yo nos casamos hace alrededor de cuatro meses. Somos tan felices como una alondra y estamos cosechando el fruto celestial del matrimonio. Realmente la vida no puede ser mejor. Lo quiero tanto y quiero ser todo lo que pueda ser para él. Mi mundo gira alrededor de él y así quiero que sea. Pero parece que los demás simplemente no entienden mi apasionamiento hacia él ni piensan que sea algo bueno. Les escribo para preguntar qué es lo correcto en cuanto a dejar y unirse. No sé si estoy exagerando o no. Cuando me casé me mude a varios estados lejos de mi familia. Aunque mis padres están encantados con el marido que elegí, la distancia entre nosotros es muy difícil para ellos. Si no llamo, mi madre siente que no los amo o los extraño. Necesita que les tranquilice constantemente de que sí los extraño. No es que no los quiera o los extrañe, sí los quiero y los extraño. Simplemente estoy totalmente dedicada a ser esposa y en resumidas cuentas, allí es donde está mi atención. Ya no tengo la necesidad urgente de llamar a mis amigas y a mi familia. Mi esposo es mi necesidad. Pero, ¿está mal que los “deje” tan completamente? ¿Debería tranquilizarlos con regularidad? ¿Existe eso de cortar el cordón umbilical en exceso?

Totalmente enamorada, esposa feliz.

Querida esposa feliz:

Algún día tendrás una hija e invertirás la mayor parte de tu vida adulta en criarla. Serás su vida entera por cerca de 20 años. Serás su mejor amiga, llenando en ella una necesidad profunda y duradera. Esta es la perspectiva que tiene tu madre de ti. Entonces un día, para hacerte aun más feliz, se deleitó con darte en matrimonio, pero en realidad no te quería regalar. Solamente quería expandir su familia, su círculo de amor, agregar un hijo y muchos nuevos bebés. Y entonces PUF! Te has ido. Su mejor amiga se ha ido. Organizaba sus días a tu alrededor y ahora están vacíos. Perteneces a alguien más. Acudes a alguien más para que satisfaga tus necesidades, pero ella no ha intercambiado un vínculo cercano por otro, solo está sola y vacía. Quiere compartir tu alegría. Sabe que no debería, pero eso no cambia su manera de sentir. Ella te desacostumbró a ti antes, ahora tú la debes desacostumbrar a ella. Déjala ir despacito. Dale tiempo a que organice su vida alrededor de otras personas y de otras cosas. Dile que le llamarás en cierto día cada semana y platicarán por una hora. Le ayudará si de vez en cuando le llamas para pedirle consejo sobre cualquier problema. Hazle saber que la valoras por su sabiduría. En pocas palabras, dile lo que ella significa para ti. Pero al mismo tiempo, nunca permitas que la familia que has dejado se interponga entre tu esposo y tú. Ciertamente debes “dejar y unirte”. Una vez más, mi nuevo libro Creado para necesitar una ayuda idónea aborda este tema desde la perspectiva del hombre.

¿Qué significa “unirse”?

A continuación hay un pequeño estudio bíblico sobre la palabra "unir": “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”. Unir es una palabra interesante en hebreo. Es dabaq  y se usa 54 veces. Se traduce “unir” 32 veces en español.

Cinco veces se traduce “seguir en pos de”, lo que significa que alguien está corriendo y otra persona lo persigue muy determinado a atraparlo y está justo detrás de él, no aflojará el paso y está a punto de agarrarlo, continúa con él, no lo perderá de vista siguiéndolo muy de cerca. Tres veces se traduce “alcanzar” y da a entender que el que lo perseguía lo siguió hasta que llegó junto a él. Luego se traduce “pegar” tres veces, como cuando dos cosas están pegadas. Se traduce como “sujetar”, no lo suelta. Luego se traduce como “juntos” dos veces; “permanecer” como en quedarse allí, una vez; luego “cerca” una vez; “unido” una vez; “perseguido” una vez y “agarrar” una vez. Por lo tanto, considerando todo esto, ¿cómo lo podríamos resumir? Unirse a su mujer significa mantenerse juntos, ser inseparables. Significa mezclarse, seguir muy cerca, mantenerse cerca, sujetarse a, no dejarla ir, estar cerca de su mujer. Así que Dios mandó que el hombre dejara a su padre y a su madre y se uniera a su esposa solamente. “Amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él…” (Deuteronomio 30:20) Esa es la misma palabra hebrea dabaq. Así como se nos ordena que sigamos a Dios, Dios nos ordena que nos unamos a nuestra esposa. Es algo santo y sagrado, es la misma palabra que se usa tanto con Dios como con la esposa, igualando así nuestra pasión por nuestra esposa con nuestra pasión por Dios.

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Las siguientes dos preguntas y respuestas se tomaron del nuevo libro de Mike, Creado para NECESITAR una ayuda idónea.

Honor a quien honor merece

Estimados Sres. Pearl:

¿Cómo establecer límites sutilmente, conservando al mismo tiempo una relación de honor con nuestros padres?

Mi suegra redecora mi casa a su gusto, se entromete en nuestras finanzas y menosprecia a mi esposo diciéndole que es un tonto al gastar su dinero de esta o aquella manera. Mi otra madrastra hace rabietas cuando no somos “justos.” Ambas mujeres quieren un 100% de lealtad y sujeción de nosotros.

Mi madre examina a los niños para ver si tienen moretones o marcas y usa el “examen” como una herramienta para amenazar con llamar al Departamento de Servicios Humanos cuando no hacemos las cosas a su gusto. Ayúdenos.

Una Lectora

Michael responde:

Estimada señora:

Dios te ordena que te sujetes a tu marido, pero no hay nada en la Biblia que ni remotamente sugiera que debes sujetarte a tu suegra y no necesitas respetarla más de lo que ella te respeta a ti. Cuando ella intente “decorar” tu casa, dile que a ti te gusta tal y como está y declina amablemente. Cuando ella insista, insiste tú también. Cuando ella se muestre ofendida, mantén tu dignidad y calmadamente pídele que se vaya y que no vuelva a tu casa hasta que esté dispuesta a respetar tus dominios.

¿Cómo podría inmiscuirse en tus finanzas a menos que tú se lo permitas? Dile amablemente de muchas maneras sutiles que eso no es asunto suyo.

En cuanto a tu madre que examina a los niños para ver si tienen moretones, espero que no los estés lastimando; si fuera así, entonces estás fuera de control y necesitas buscar ayuda profesional.

Pero si sus amenazas intentan intimidarte para que te rindas a su voluntad, dile en términos muy claros que sus privilegios de visita se han terminado hasta nuevo aviso.

Si yo tuviera padres o suegros que sin provocación me amenazaran con reportarme a la procuraduría de la defensa del menor, yo me mudaría a otro estado sin dejarles mi nuevo domicilio. ¿Hasta dónde ha llegado el hombre al permitir que una vieja cascarrabias pueda intimidar a su familia?

¿Hombres o ratones?

No van a creer esta, pero la incluyo porque es una ridiculez muy común.

Estimado Michael:

Tengo treinta años de edad. Me gustaría saber cuándo, si acaso, deja de existir la autoridad de los padres sobre un hijo adulto, especialmente si la madre no está sujeta a la autoridad de su marido. Aun cuando no estoy casado, he sido independiente desde hace muchos años y estoy bien establecido en mi carrera y en mi ministerio.

Mi madre es divorciada, así que yo la he sostenido desde hace años. Mi padre no ha sido parte de mi vida desde hace muchos años. Mi madre puede ser muy manipuladora espiritualmente. Conocí a una joven que creo que sería una excelente esposa y madre para mis hijos.

No sólo es una buena elección, sino que se ha ganado mi corazón y creo que yo me he ganado el suyo. Su familia es maravillosa. Ellos estarían totalmente a favor de nuestro matrimonio.

Pero a mi madre no le gusta la idea. Hace tiempo ella eligió una esposa para mí. Estaba segura de que era la chica que Dios tenía para que fuera mi esposa.

Yo estaba dispuesto a hablar con los padres de la joven aunque no sentía ninguna atracción hacia ella. Resulta que otro hombre ya la había pedido y al poco tiempo se casó. Como hombre adulto, ¿debo sujetarme a mi mamá, o ella como mujer sin cabeza, debe sujetarse a mí?

La última gota

Michael responde

¿Debes tú sujetarte a ella o debe ella sujetarse a ti? Ninguna de las dos cosas. Hay algo que dijiste que yo cuestiono. Dijiste ser un hombre “adulto.”

 

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